Publicado el 11 Febrero 2015
Arzobispo del Cusco presidió Eucaristía de la XXIII Jornada Mundial del Enfermo

Hoy, 11 de febrero, con ocasión de la Fiesta de Nuestra Señora de Lourdes y en el marco de la XXIII Jornada Mundial del Enfermo, se realizó en muchos lugares del mundo diferentes actividades dedicadas a ofrecer consuelo y esperanza a quienes sufren la enfermedad. En Cusco se celebró la Santa Misa por los enfermos, en la Basílica Catedral, presidida por el Arzobispo, Mons. Richard Daniel Alarcón; Eucaristía donde no solo se pidió por los enfermos, sino por la salud y bienestar de médicos, enfermeras y otros profesionales de la salud quienes se ocupan del cuidado y atención de los enfermos.
El Arzobispo Metropolitano del Cusco, Mons. Richard Daniel Alarcón Urrutia, durante la homilía, recordó a San Juan Pablo II como la persona que instituyó en la Iglesia esta jornada, para despertar la sensibilidad de la Iglesia y de la sociedad sobre la realidad y sufrimiento de nuestros hermanos enfermos.
Pidió a todos los enfermos, le den un valor redentor a su dolor y a su sufrimiento, ofreciéndolo por las intenciones del Papa y de la Iglesia; a los profesionales de la salud, les recomendó buscar la sabiduría del corazón, para poder atender con amor al enfermo, saber estar con el enfermo, servirlo, salir de sí y ser solidario; y por último, recordó a las autoridades y a la sociedad, el compromiso que tienen de cuidar y proteger el don de la vida, poner todos los medios necesarios para que no falten los servicios de salud y la necesidad de humanizar estos servicios, para que los enfermos reciban siempre un trato humano.
Antes de la bendición final, el Arzobispo del Cusco, invocó a todos nos acerquemos a la Madre de Dios, en la advocación de la Virgen de Lourdes, madre de todos los enfermos; para pedirle que nos ayude a lograr esa sabiduría del corazón que nos conlleve a acercarnos a nuestro hermano enfermo, para acompañarlo y saber otorgarles calidad de tiempo en ese acompañamiento.