La feligresía cusqueña participó de manera virtual de las celebraciones presididas por Mons. Richard Daniel Alarcón Urrutia, Arzobispo Metropolitano del Cusco desde la Basílica Catedral del Cusco a través de los medios de comunicación y las redes sociales. No se pudieron realizar procesiones ni se abarrotaron los templos como era usual; pero la devoción cristiana se ha mantenido con fuerza.

El triduo Pascual se dio inicio con el jueves santo, fecha en la que se conmemora la última cena de nuestro Señor y la institución de la Eucaristía; en su homilía Mons. Richard Daniel, exhortó a todos a que desde sus hogares se sienten junto al Señor: “hagamos de este momento que estamos celebrando una oportunidad para poder tener dos actitudes: primero contemplar y segundo adorar; desde nuestra fe vamos a contemplar los tres grandes misterios que envuelven esta celebración de la cena del señor: el misterio de la eucaristía, el misterio del sacerdocio y el misterio del amor cristiano”, dijo.

El viernes santo, día en el que contemplamos a Jesús en la Cruz, donde dio su vida para redimirnos de nuestros pecados, el Arzobispo del Cusco en su mensaje nos recordó que este día en especial es dedicado a la contemplación, oración y reflexión: “debemos de contemplar a Cristo muerto con el corazón abierto, ¡hasta dónde nos ha amado nuestro Señor, para entregar a su hijo por nosotros!”.

La celebración de la Vigilia Pascual en la noche del Sábado Santo, es de las más importante de todas las celebraciones cristianas, porque conmemora la Resurrección de Jesucristo. “Esta noche Jesús por intervención de Dios, pasa de la muerte a la vida, de la oscuridad a la luz. Es la intervención de Dios, que nos presenta a su Hijo primero muerto y luego glorioso. Y Jesús no pasa solo de la oscuridad a la luz. Él hace ese paso con todos nosotros tras Él”, fueron las palabras del Pastor de la Iglesia.

Finalmente, el Domingo de Resurrección, que trae a la memoria la Victoria de Cristo sobre la muerte Mons. Richard Daniel nos dijo: “hoy más que nunca en medio de este ambiente negativo, de preocupación, que es la pandemia, tenemos que escuchar las Palabras de Jesús: resucita, levántate, camina”.