PALABRAS DEL PASTOR

Palabras del Pastor - Mons. Richard Daniel - Cuarto Domingo de Cuaresma

14 Marzo,2021

San Juan 3,14-21.
 
Muy queridos hermanos y hermanas, bajo el patrocinio de San José, padre adoptivo de Jesús y patrono universal de la iglesia, en ese “Año Misionero de la Iniciación a la Vida Cristiana”, les hago llegar mi saludo cariñoso a todos y cada uno de ustedes.

El tiempo va transcurriendo y nos acercamos a la cuarta semana del tiempo de cuaresma, ya está muy cerca de nosotros la pascua del Señor, ciertamente este año vienen la semana santa y la pascua con un tinte de preocupación, porque posiblemente por este problema de la pandemia se celebrarán de manera virtual, pero lo importante es que nos estemos preparando, para juntos participar del misterio de la pasión, muerte y resurrección del Señor, con esa resurrección también vamos a resucitar todos, renovando nuestro bautismo, porque el bautismo representa, la presencia y la vida de Jesús resucitado en el corazón de sus creyentes, de su fieles, de toda la iglesia católica.

Entonces vamos avanzando en este camino, la primera semana hemos estado en el desierto, acompañando a Jesús en su oración y en su superación de las tentaciones del demonio, hemos estado en el monte Tabor contemplando a Jesús que se transfigura y escuchando la voz del Padre que nos dice, escuchen a mi hijo, porque es mi hijo predilecto, hemos estado reflexionando sobre el templo, donde Jesús indignado, arroja a los mercaderes porque la casa de su Padre lo habían convertido en un mercado, haciéndonos recordar lo que significa el respeto a la casa de Dios y al respeto a la Iglesia, como cuerpo de Cristo.

Estamos en esta última semana y el evangelio de San Juan nos presenta un nuevo tema, en primer lugar; San Juan nos presenta el dialogo entre Jesús y Nicodemo, Nicodemo era un judío, un fariseo muy entendido en las sagradas escrituras, que llegó a comprender a Jesús, y en un dialogo muy personal, y quizá a escondidas, Nicodemo entra dentro de la mente de Jesús, del querer de Dios, ¿qué quiere Dios a través de la persona de Jesucristo?, y ahí nos revela en este dialogo, tres cosas importantes: El amor de Dios tan grande a los hombres que ha enviado a su hijo al mundo, Jesús es un signo del amor de Dios, cuando veamos Jesús, escuchemos a Jesús, es porque estamos experimentando el amor de nuestro Padre Dios. En segundo lugar; Jesucristo no ha venido a condenar, sino a salvar y a dar su vida en rescate por todos, mirar a Jesús como el cordero que viene a entregar su vida para conseguirnos a todos los hombres, el bienestar de la paz, de la reconciliación, porque Él pide perdón, por todos nosotros. Y en tercer lugar, habla de la luz, él que acepta el camino de Jesucristo es él que acepta el camino de la luz, el cristiano tienen ese amor que recibe por medio de Jesucristo, tiene también que comunicarlo a los demás y para eso tenemos ese testimonio que da de amor al prójimo a los demás, es la luz del amor de Dios.

Estos tres temas es importante que los meditemos en esta cuarta semana del tiempo de Cuaresma, en medio de esta pandemia que estamos viviendo, en medio de las dificultades que estamos viviendo, podemos preguntarnos: ¿Dios me ama?, ¿Dios nos ama?, ¿cómo se manifiesta el amor de Dios?, tenemos que sentirnos amados por Dios a pesar de la dificultades que estamos viviendo, porque nuestro Dios no nos abandona, está a nuestro lado, en segundo lugar; mirar a Jesús que viene a salvarnos, renovar nuestra fe, nuestra confianza, poner nuestro corazón nuestra vida, nuestros problemas, nuestros sufrimientos, ponerlos en las manos de Jesús, porque Él viene a salvarnos, y en tercer lugar, que todos tengamos un compromiso, a través de la solidaridad con los más necesitados de ser la luz del amor de Dios.

Estos tres principios meditemos y reflexionemos durante esta cuarta semana de cuaresma y sigamos preparándonos hermanos, ya pronto viene la semana santa, que no nos coja de una manera improvisada, que no nos coja de una manera desordenada, sino al contrario, ir juntando los frutos de esta cuaresma en medio de esta pandemia.
Que el Señor te llene de muchas bendiciones y sigamos adelante, caminando rumbo a la pascua del Señor, que Él te acompañe en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
+ Richard Daniel Alarcón Urrutia
Arzobispo Metropolitano del Cusco.