Palabras del Pastor - Mons. Richard Daniel - Tiempo de Navidad
3 Enero,2021
San San Juan 1,1-18
Muy queridos hermanos y hermanas con la alegría de haber iniciado un nuevo año del Señor, les hago llegar mi saludo y mi deseo de un feliz año nuevo a todos y cada uno de ustedes.Hemos empezado también el tiempo de la Navidad después de ver a Jesús nacer en Belén, lo hemos contemplado en el humilde hogar de Nazaret, junto a su padre San José, la virgen Maria y el niño conformando la Sagrada Familia. Continuamos este tiempo de Navidad, para poder contemplar el misterio de Dios hecho hombre, y como todo hombre y persona humana sigue un proceso, como dice el texto de la Palabra de Dios, Jesús es en todo semejante a nosotros menos en el pecado.
Este domingo ponemos nuestra mirada en aquel misterio de la adoración de los Reyes Magos, eso significa que Cristo ha venido para toda la humanidad, para todas las razas, para todos los hombres de todos los tiempos; Dios no cierra su corazón para nadie, lo tiene abierto para todos. Y esa estrella que condujo a los Reyes Magos a buscar al hijo de Dios, ellos ya habían estudiado que iba a nacer el Rey del universo, esa estrella es esa fe que nos lleva a todos nosotros a renovar cada año que Jesucristo es nuestro Rey, es nuestro Señor, es nuestro Dios y si nosotros estamos unidos a Él vamos a gozar siempre de su bendición, de su protección, con Jesucristo lo tenemos todo sin Él nos falta todo.
Entonces los Reyes Magos representan a toda la humanidad, ahí estamos tu y yo, en este tiempo tan difícil de la pandemia que estamos viviendo en este 2021, también estamos invitados ha acercarnos a buscar a Jesús, a encontrarnos con Él y a poder ofrecerle que le ofrecemos que le damos a Jesús, si Él nos da todo su amor, Él nos da la vida, Él nos da las oportunidades para ser felices, Él nos da su perdón, su comprensión, su misericordia; todo lo que el Señor quiere darnos lo hace a través de su hijo Jesús hecho hombre, ¿pero qué le damos nosotros?.
Miren ustedes los Reyes Magos, que así los llamamos por tradición, le regalaron tres símbolos: oro, incienso y mirra; el oro significa que Jesús es nuestro Rey , es la profesión de nuestra fe, es nuestro Rey; el incienso significa que Jesús es nuestro sacerdote que ofrece su vida para poder nosotros recibir las bendiciones de Dios y la mirra significa la humanidad, Jesús es de nuestra carne, es de nuestra naturaleza y Él nos comprende, todo lo que somos Jesús lo ha pasado; entonces Él nos comprende.
La mirra es el símbolo de la humanidad de Jesús, por lo tanto tenemos a alguien que no solo nos conoce y nos comprende sino también que nos ama con un corazón humano, Él sabe todas las situaciones humanas y a toda situación humana está dispuesto a dar una mano, una ayuda, una nueva oportunidad.
Que sea este domingo una epifanía del Señor, una oportunidad para que todo renovemos, especialmente en este tiempo de pandemia, nuestra fe en Jesucristo y ofrezcámosle nuestra oración, ofrezcámosle nuestro amor, ofrezcámosle nuestro compromiso como buenos cristianos; Él está presente en nuestra vida no nos va a abandonar y tengamos siempre una mirada positiva que con el Señor, todo lo podemos superar y todo lo podemos cambiar que Él colme de bendiciones a todas nuestras familias y sintámonos alegres porque hemos encontrado el tesoro más grande de nuestra vida, que es Jesús.
En este tiempo de Navidad, les imparto de corazón mi bendición en el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo. Amén.
+ Richard Daniel Alarcón Urrutia
Arzobispo Metropolitano del Cusco.
Arzobispo Metropolitano del Cusco.